Se te ha caído el papel que te envuelve, bombón. Sal de mis sueños y entra en mi realidad. Ni en el mejor libro de recetas se encuentra semejante bombón. Mi amor, quién fuera cemento para sostener ese monumento. No me gusta atarme, pero por ti, yo me encadeno. Eres tan dulce que solo con mirarte engordo.
Se conocieron durante un vuelo de Miami a Nueva York y el flechazo surgió al instante. Toda la niñez de la niña y de sus dos hermanos, Enrique y Julio José, la vimos a través de las portadas de las revistas. Probó suerte como modelo y pronto empezó a vivir sus primeros romances con Antonio Garrigues Miranda, su gran noviazgo de adolescente, Alfonso Goyeneche, hijo de la condesa de Ruiz del Castillo, o con Pablo Hohenlohe. Pero ella, cheat la ingenuidad que da la lozanía, siguió adelante. Nadie sabía quién age, pero pocos días después se descubrió la identidad de su misterioso nuevo acompañante al que había conocido en un vuelo a Nueva York.
Porque pese a su nombre no es habitual encontrarlo en estos tiempos digitales, poliamorosos y dog-friendly en los que, en una mesa, se pueden reunir veganos con quien come carne y runners con quien no practica ejercitación ninguno. Cuenta -por correo electrónico, claro- que la etiqueta digital no consiste sólo en ser amable, sino que de ella depende que nos hagamos entender o no. Pero no se agobie. Esto ya pasó antes.
Exitante. Taller de grafía creativa Fuentetaja. Apasionada por. La humanidades y por la psicología. Cuando entramos. En lección sobre el ambición venéreo surgen una abundancia de categorías estereotipadas.