Probablemente, ahora te has asustado porque suena a algo doloroso. No puedo empezar diciendo sino que el BDSM, a pesar del significado del acrónimo, no contiene necesariamente bondagees decir, no tiene por qué haber restricción del movimiento, aunque sí suele ser el trampolín para iniciarse en la dominación. BDSM significa Bondage, Discipline, Sadism y Masochism, o sea que sí hay una razón para asustarse, pero, como veremos a continuación, todos estos términos se recogen bajo el paraguas de los juegos sexuales sensatos, seguros y consensuados SSCy otras parafilias. Pero, antes de hacerlo, lo primero es hablarlo. Poco a poco… nadie necesita a un Christian Grey en su alcoba por mucho que nos exciten sus historias. De hecho, lo primero que se debe hacer es hablar con nuestra pareja o amante sobre el tema. Puede ser tan sencillo como preguntar si compramos estas o aquellas esposas, si bien la conversación no debe quedar ahí. Por cierto, si tienes dudas sobre las palabras que se emplean en los juegos de sumisión y dominación, te recomiendo que tengas a mano nuestro Diccionario BDSM para kinksters advenedizos.
El BDSM puede ser muy erótico y muy divertido, pero también puede entrañar riesgos. El consentimiento, la seguridad y la comunicación son imprescindibles para albergar todo bajo control, incluso cuando el juego se pone caliente y pesado. El juego BDSM no es para todo el mundo. A algunas personas les gusta la idea del burden, los juegos de dolor o aun la privación sensorial, pero no se sienten cómodas cuando lo experimentan por sí mismas. Por eso la acceso abierta es fundamental. Durante el juego, es probable que uno de los dos se sienta incómodo con algunos puntos, y eso debería ser bien aceptable para ambos. Las palabras seguras pueden ser cualquier cosa y pueden ser totalmente ajenas al sexo o al erotismo, como unicornio o melocotón.
Empero si eres de los que sienten inclinación por ellas, los ojos vendados pueden realzar el placer sexual, en especial en las mujeres. Una amovible tiene que ver con las diferencias en la excitación entre los hombres y las mujeres. Los sexólogos coinciden en que, de los cinco sentidos, la vista es la que estimula a la mayoría de los hombres. Es por eso que la lencería les encanta a los hombres, la ven y la adoran. Como resultado, hacer el amor con una madama que lleva los ojos vendados puede ser beneficioso para ambos. Esta boga aumenta los niveles de dopamina química en el cerebro, que controla la libido. Por supuesto, muchas parejas tienen relaciones sexuales con sus ojos cerrados, pero existe una gran diferencia emocional entre cerrar los ojos voluntariamente y tener los ojos vendados. Diviértete de la manera que quieras. Pero privados de la vista, los hombres denial pueden ver el cuerpo de su amante —y excitarse a raíz de eso—, lo que hace que el juego de vendar los ojos se trate, mayormente, de hombres que vendan los ojos de las mujeres.