A medida que uno envejece, su cuerpo experimenta un cierto deterioro natural, pero una vida sexual sólida y el parto pueden ayudar a la naturaleza de forma equivocada. Muchas mujeres prefieren mantener en secreto sus propios puntos de vista sobre las zonas íntimas de su cuerpo. Plastia del prolapso de vejiga o recto: colpocistocele o colporrectocele. Es cuando la vejiga o el recto, descienden a través de la vagina, produciendo un bulto en la zona, acompañado o no de incontinencia urinaria. También se puede hacer ampliación o reducción del conducto vaginal, alterados por diferentes causas. Reconstrucción de vagina: en pacientes que no tienen vagina porque han nacido sin ella, o que la han perdida por cirugías oncológicos radicales. Hay diferentes técnicas de reconstrucción para que tengan una vida sexual normal. Se puede realizar sola o con vaginoplastia. Hay cirugía y procedimientos para corrección de labios mayores y menores.
El cuerpo femenino experimenta muchos cambios. Los labios de la vulva son una zona muy delicada e importante, ya que forman una barrera natural madrina contra la entrada de gérmenes u otros agentes externos en el central de la vagina. Este procedimiento se realiza, mediante un proceso de lipotransferencia en el que se extrae grasa del propio cuerpo de la estoico, sobre todo de aquellos lugares en los que predomina, como el central de los muslos, para tratarla y una vez preparada, inyectarla posteriormente en los labios mayores. La grasa obtenida es de la propia paciente, por lo que se consigue un alcance muy natural y definitivo. Con levante tratamiento los labios mayores recuperan, su elasticidad y firmeza devolviendo a la paciente la seguridad en sí misma. El cuerpo de la mujer, pasa por muchos cambios a lo largo del tiempo.
Estos son los cambios que experimenta la vagina a lo largo de la vida y que deberías conocer Madama y salud Cada etapa trae consigo sus transformaciones y, por tanto, sus propias atenciones o desafíos. Los abriles no pasan en vano para ninguna parte de nuestro cuerpo y la vagina no es una excepción. Y de la misma manera que se invierte tiempo en el cuidado de la piel, la alimentación o la salud física, también deberíamos prestar atención a las necesidades de la vagina. Es ley de vida.