Has venido al lugar correcto. Recuerda que las manos de otra persona se sienten muy diferentes a las de uno mismo. Masturbar, no tienen que ser sólo acerca de llegar al orgasmo. No hay mejor manera de conocer el cuerpo de tu pareja, que tomando literalmente el asunto con tus propias manos. Ya sea juego previo o la acción principal, aquí te enseñamos cómo hacerlo de forma inolvidable. Mira y aprende La mejor manera de aprender lo que le gusta a tu pareja cuando se trata de masturbación es verlo masturbarse.
Así por eso, a finales del siglo XIX puede que incluso antes se llegaban a atar las manos de los chicos jóvenes tras la lomo para ir a dormir para evitar la tentación impura de los tocamientos. Y lo que tienen la generalidad de los hombres es un ambición imperioso de masturbarse porque saben que no hay nada de malo en ello, que puede aportar placer y otras muchas cosas. Y esa culpabilidad es fruto de, entre otras cosas, la creencia religiosa de que se desperdiciaban vidas con este juego. Os invito a descubrir la historia de Onan quien dio nombre al masturbación. Supongo que lo conocéis y, estrella, preguntad o investigad.
Cómo tocar a un hombre para que enloquezca Zonas erógenas de los hombres Lo primero que debes saber es dónde tocar o acariciar a un hombre para excitarle. Estas son algunas zonas que producen gran excitación a un hombre: Orejas. Una zona bastante sensible que da mucho juego para ser estimulada con la lengua, los labios, o con un leve bisbiseo. Plagado de terminaciones nerviosas que ponen la piel de gallina y suman excitación al encuentro sexual. Al estar situado justo encima de los vegüenzas es una excelente forma de llegar hasta ellos con sutileza y generando una gran excitación. Pene y escroto. Recuerda que ir despacio, realizar movimientos sugerentes y no ir directamente al grano añaden encanto y excitación a las relaciones sexuales.