Era Alberto Cortina, que se limitó a decirle con voz entrecortada: Tengo que verte. Miguel supo poco después que Alberto solo había tenido que recorrer unos metros caminando para llegar hasta allí, pues salía del Hotel Palace, donde acababa de asistir a un desayuno con Antonio Asensio. Los Albertos, los dos, estaban pasando una crisis en sus matrimonios con las Koplowitz, o, mejor dicho, se sabía que tenían nuevas parejas y que estaban al filo del divorcio. Alberto Cortina se encontró en aquel desayuno del Palace con Antonio Asensio [entonces presidente del Grupo Z], que le explicó que tenía unas fotos y que le tenía que pedir un favor a cambio de no publicarlas. Esto es historia, pero historia sucia, de la que yo fui un modesto espectador. Y no recuerdo si me dijo exactamente si las había visto o no, pero me respondió que todo aquello era horrible. Pero sal de todo esto Pero lo central de la charla fue mi consejo de que le hicieran llegar un mensaje de tranquilidad a Mario Conde, que deshicieran tranquilamente Cartera Central, pues tendrían trabajo para rato en otras cosas, y que impidiera que se publicasen aquellas fotos.